DIEGO JIMÉNEZ, EL INVENTOR CON MAYÚSCULAS

Diego, poniendo en funcionamiento su lanzadiscos.
¿A que nunca habíais visto un inventor de 13 añitos? Pues vive en Las Navas del Marqués y está matriculado en nuestro instituto. Es tímido, con cara de buena persona y nada travieso. No es raro verlo en clase haciendo malabarismos con una regla, un compás, un transportador de ángulos y un lapicero... Pero su imaginación va mucho más allá. Sin ayuda de nadie y con restos de diversos materiales es capaz de inventar trastos a los que pone nombres como el lanzadiscos, la fuente hidroeléctrica, el multifunciones o el sistema de iluminación por LED.

En esta entrevista nos presenta el primero de sus inventos, el Lanzadiscos.
PREGUNTA: ¿Qué materiales has utilizado para construirlo?
DIEGO: Madera, plásticos, celo, clavos, hilo, cables de alambre y de cobre, discos pequeños de los que salen en las bolsas del kiosko, lentes, bombillas, un soldador..
PREGUNTA: ¿Qué funciones tiene?
DIEGO: Tiene varias. Da aire gracias a un motor con aspas; lanza discos por el aire; mueve un lector de lente laser, pues sirve para ver cómo es por dentro y cómo se comporta un DVD; además ilumina.
PREGUNTA: ¿Va enchufado a la corriente eléctrica?
DIEGO: No, le he puesto una batería de 9.6 voltios y con eso es suficiente.
PREGUNTA: Tus demás inventos, ¿para qué sirven qué hacen?
DIEGO: Por ejemplo, la fuente hidroeléctrica es una bomba de agua que gira dentro de una botella para que se encienda una bombilla.
PREGUNTA: ¿Cuándo haces estas maravillas?
DIEGO: Los fines de semana o cuando tengo tiempo. Lo hago yo solo.
PREGUNTA: ¿A qué te quieres dedicar cuando seas mayor?
DIEGO: Me gustaría ser arquitecto, pero también pienso en ser inventor.

Lamentablemente, no hemos podido subir el video del funcionamiento, después de tres o cuatro intentonas. De todos modos, sus compañeros han sido testigos de ello, en su propia casa. Efectivamente, no es que Diego pueda ser un buen inventor, es que ya lo es. Suponiendo que con 13 años ya es todo un experto, no nos imaginamos lo que hará cuando tenga 30. Le invitamos a que, si lo desea, durante todo el curso, nos vaya presentando cómo funcionan sus increíbles aparatos. ¿Dónde termina su poder de creación? Yo creo que no tiene límites...