Ascen en su incansable labor continúa arrojando luz sobre nuestra lengua y literatura. Muchas gracias.
En el año que está a punto de comenzar se celebrará con ahínco el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de El Quijote (1615).
Nuestro instituto también se sumará a esta efeméride con distintos actos.
En las siguientes líneas aludiremos al espacio donde quizá se gestó la obra más conocida de Cervantes. En concreto, el insigne autor español, ingresa en la Cárcel Real de Sevilla en septiembre de 1597 donde permanecerá hasta diciembre de ese mismo año, acusado de apropiarse de dinero público cuando desempeñaba el trabajo de recaudador de impuestos para la Hacienda Real. Su estancia en la prisión resultó productiva ya que, según la tradición, en ese lugar sórdido “engendró” El Quijote.
Desconocemos si muchos de los datos de la vida de nuestro escritor ocurrieron en la realidad o solo forman parte de la leyenda. Sin embargo, es cierto que en la calle Sierpes, donde se ubicaba la cárcel, se puede leer una placa con el siguiente texto:
“En el recinto de esta casa, antes cárcel real, estuvo preso (1597 y 1602) Miguel de Cervantes Saavedra, y aquí se engendró para asombro y delicia del mundo El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. La Real Academia Sevillana de las Buenas Letras acordó perpetuar este glorioso recuerdo, año de MCMV”.
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