Nos
disponemos a dar vacaciones a nuestro blog, ya finalizado el curso,
y no puede ser de mejor manera que dedicando unas
palabras a nuestra querida compañera Mónica, que ha
ocupado el cargo de directora durante los últimos cuatro años. Como toda
la comunidad educativa conoce, no va a estar entre nosotros el
próximo curso ya que se marcha a su nuevo destino, un instituto de la ciudad de
Ávila.
Sintetizar
tu labor en pocas líneas,
Mónica, resulta imposible, por eso solo queremos mostrarte nuestro fiel y
sincero agradecimiento por tu dedicación y buen hacer en estos años
intensos para ti.
Si
buscamos el verbo “agradecer” en el diccionario aparecen dos acepciones:
1. Sentir gratitud, y 2. Mostrar gratitud o dar gracias. Queremos dedicarte ambas. Sentimos “gratitud” hacia ti, es decir,
poseemos el “sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se
nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera”; así
se define ese término. ¡Qué explicación
tan apropiada! Léela de nuevo y siéntela. Ese sentimiento nos
impulsa a estimar tu
trabajo, tu cercanía y compañerismo y a “mostrarte esa gratitud”, aunque solo
sea en estas pocas líneas.
Siguiendo con el
diccionario, “gratitud” es la cualidad del “gratus”, que a su vez
proviene de “gwera-“, con el significado de “alabar en voz alta”. Remarcamos el
“en voz alta” porque quizá en muchas ocasiones no hemos sabido dirigirnos a ti
de este modo para hacerte partícipe de nuestro apoyo. Por último, de
“gratus” deriva GRACIAS, y no hay más que decir, sobre todo si aparece en
mayúsculas.
Desearíamos que a pesar de los múltiples
sinsabores propios del día a día, de los que siempre se extraen lecciones, y no
de historia precisamente, en tu recuerdo permanezcan los
momentos más gratos y
satisfactorios. En palabras de John Lennon
“Cuenta tu
vida por las sonrisas que has tenido
Un
abrazo cordial.
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