viernes, 20 de abril de 2012

DIANA QUIRÓS Y MARTA SÁNCHEZ. 4º DE ESO. EL CAMINO DE SANTIAGO


Todo empezó un día cuando nos propusieron en clase de religión ir al camino de Santiago. Estábamos ilusionados y contábamos con los dedos los días que faltaban para emprender el viaje.
Sin darnos cuenta ya estábamos en el autobús los alumnos del Aranguren, Santayana y María de Córdoba, donde nos repartieron en grupos con los cuáles deberíamos hacer el desayuno, comida y cena. También nos dieron un credencial a cada uno, el cual deberíamos ir sellando a lo largo del camino en todos los pueblos por los que pasáramos.
 Después de un largo viaje y un par de paradas por fin llegamos a nuestro destino del primer día, Samos, el punto de partida de nuestro camino. Aparentemente teníamos que andar 12 km hasta llegar a Sarria, pero a nosotros se nos hacía interminable. Cuando llegamos a Sarria el autobús nos esperaba para llevarnos a Arzúa dónde estaba el albergue. Llegamos con el tiempo justo para ducharnos, cenar e irnos a la cama. Con el fin de la cena llegó también el principio de un juego de preguntas y respuestas que tendríamos que resolver a lo largo del viaje con los grupos que anteriormente nos habían dicho.
Al día siguiente salimos de Portomarín donde nos dieron las preguntas que cada grupo tenía que resolver en ese trayecto. Teníamos que hacer 16 km hasta llegar a Ligonde. Éstos se nos hicieron más cortos que los del día anterior y llegamos con el suficiente tiempo como para conocer el pueblo de Arzúa. Como cada noche el grupo correspondiente hizo la cena.
 Al tercer día partimos desde Palas de Rei y nos repartieron de nuevo el cuestionario a resolver. Hicimos 15 km hasta llegar a Melide. En este camino nos encontramos con peregrinos bastante simpáticos, lo cual se agradece después de un duro esfuerzo. Fuimos bastante rápidos y llegamos por la mañana a Melide dónde comimos el bocadillo y una ración de pulpo a la gallega… ¡Riquísima! Por la noche resolvimos las preguntas y se puso en cabeza el grupo 3. El penúltimo día partimos de Arzúa, el lugar donde se encontraba el albergue, hasta Pedrouzo. Este trayecto fue el más largo ya que tuvimos que hacer 19 km, pero ya acostumbrados no nos costó mucho. Después de una parada para comer llegamos a nuestro destino, al igual que los anteriores días llegamos pronto al albergue, nos duchamos y fuimos a descansar del trayecto.
 Finalmente en nuestro último día partimos nuestra caminata desde el Monte del Gozo que tan sólo estaba a 5 km de Santiago, nuestro deseado destino. Llegamos alegres a Santiago dónde nos dieron el certificado por haber hecho el camino. Nos dejaron tiempo libre para comprar recuerdos hasta que se hiciera la hora de la misa del peregrino y nos quedamos con ganas de ver balancearse el botafumeiro. Al terminar la misa fuimos todos juntos a comer a un restaurante cercano a la plaza del obradoiro. Allí dieron el premio al grupo ganador del juego, el grupo 4. Luego dimos un paseo y esperamos la llegada del autobús… Por desgracia esta maravillosa experiencia, ¡HABÍA TERMINADO! Ha sido una experiencia inolvidable que no nos importaría repetir.

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