martes, 20 de diciembre de 2011

CONCURSO DE TARJETAS NAVIDEÑAS Y CUENTOS DE NAVIDAD

ESTOS SON LOS GANADORES DEL CONCURSO DE TARJETAS Y CUENTOS NAVIDEÑOS, Y, POR TANTO, MERECEDORES DE SER PUBLICADOS EN LA REVISTA DIGITAL

FELICITACIÓN NAVIDEÑA


Portada e interior de la tarjeta diseñada por IMAN, de 1ºD. Es muy colorida, está muy trabajada y... ¡TIENE MÚSICA!

CUENTOS



EL COCODRILO PERDIDO , POR Claudia Garcíe Peña, de 1º de ESO




Había una vez un cocodrilo que estaba celebrando la Navidad con su familia.

Su madre le pidió que fuera a por unas setas para cocinar un plato riquísimo. Fue a cogerlas con su cesta pero cuando quiso volver ya no sabía por dónde se volvía. Se le ocurrió ir a casa de su amiga la jirafa para que le hiciera un mapa con la ruta que tenía que tomar. En ese momento llamaron a la puerta y eran Ramón el león y Rayo el hipopótamo. Entre los tres le hicieron el mapa. Sus amigos le preguntaron que por qué lloraba tanto, que se tranquilizara. El cocodrilo aceptó que los tres le acompañaran hasta su casa. Al llegar, su madre se puso muy contenta, lloraba también pero de alegría. El cocodrilo les dijo a sus amigos:

- “Como me habéis ayudado a llegar hasta aquí os invito a pasar la Navidad con mi familia. Cenaremos y cantaremos villancicos. ¡Bien!”.

La cocodrilo madre hizo un menú especial, comieron, cantaron y lo pasaron en grande celebrando la vuelta de su hijo.




LA ESTRELLA FUGAZ , por Verónica Fariña, de 2º de ESO


Érase una vez unos hermanos, Leire y Aarón, que vivían en una casita no muy grande. En su pueblo la Navidad era siempre muy fría y nevaba muchísimo, así que se divertían haciendo muñecos de nieve. Pero este año el frío se retrasaba, por lo que los dos hermanos estaban muy tristes ya que no podían jugar como en los años anteriores.

En Nochebuena fueron a cenar con sus abuelos. A su abuela le encantaba contar historias, y les empezó a contar la vida de una joven que tuvo la valentía de subir al monte Arévalo para pedir un deseo. Para que se cumpliera había que ir el día de Nochevieja, con la mente en blanco y con los ojos cerrados. Entonces, una estrella se acercaría y pedirían un deseo.

Como seguía sin nevar pensaron que sería buena idea subir al monte para pedir que cayeran unos copitos de nieve. Los dos se agarraron de las manos, y cuando vieron el resplandor de la estrella…cerraron los ojos y pidieron su deseo. De repente empezaron a caer y a caer, débilmente, sin hacer ruido, motita blancas heladas, cubriendo todo el monte y el pueblo. Cuando llegaron a su casa ésta estaba cubierta con una gran capa de nieve de color de plata. Ellos sabían que eran por el deseo que habían pedido y al día siguiente, en Año Nuevo, pudieron jugar toda la tarde haciendo un muñeco de nieve que adornaron con una estrella fugaz en el sombrero.



EL SUEÑO DE ELENA , de Youssra Zahraoui, de 2º de ESO







Érase una vez una niña que no podía caminar porque tenía una enfermedad que se lo impedía. Su mayor sueño era correr con su perro por el campo y con su mejor amiga. Cada vez que miraba por la ventana se entristecía mucho, pensando que no podría poner los pies en el suelo.

Sus padres, científicos, decidieron investigar más a fondo aquella enfermedad. Llegaron a la conclusión de que la curación de su hija estaría cercana si tuvieran una planta que había en África, pero que tenía muchos efectos secundarios. Los padres hablaron con la niña de los riesgos que tendría tomar ese medicamento natural, pero como era muy fuerte y muy valiente decidieron arriesgarse.

Se acercaba la Navidad cuando su padre volvió de viaje y trajo el esperado medicamento. Cuando operaron a su hija comenzó a tomar el brebaje y no respondía al tratamiento. La familia empezó a desesperar, pero a los pocos días, su madre, que en ese momento le estaba acariciando la mano, oyó con una voz muy débil:

- ¿Por qué estáis tristes?

Comenzó a mover las piernas, a hablar y a sonreir. A los pocos días pudo cumplir su sueño de correr con su perro y con su amiga por los alrededores de su maravilloso pueblo. Fue como un milagro.

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