viernes, 30 de septiembre de 2011

¡QUÉ DE COSAS APRENDEMOS!

Sonia Sánchez: Me he enterado de que hace poco tiempo descubrieron una estatua de mármol blanco, que parece ser de la diosa Afrodita. Cayó desde un acantilado y fue arrastrada hasta el mar. Para rescatarla tuvieron que usar una grúa. !Qué de cosas tiene que haber bajo tierra que pertenecen a la antigüedad y nosotros aún no las hemos descubierto!




Sandra Blázquez: En este libro, una niña miente a su madre porque no quiere contarle que no tiene amigos, que en cole le va muy mal y que le cuesta mucho entablar amistad con gente desconocida...


Irene Fernández: He leído que hace años hallaron una momia a la que le pusieron el nombre de "la momia que grita" por tener la boca abierta como si gritara. Su cuerpo no fue momificado y sus brazos y piernas estaban encadenados, así que parecía que lo habían enterrado vivo. Luego descubrieron que era la momia del príncipe que se rebeló contra Ramsés III.



Fikri Aoulad el Khattabi: He aprendido que Alejandría era el centro comercial del Mediterráneo. Es una pena que sus ruinas estén bajo el mar y bajo las construcciones tan modernas que tiene ahora. Llegó a tener, en tiempos de Cleopatra, unos 325000 habitantes.




Faysal Bousmaha: no sabía que existían siluros de 170 kilos.




Salwa el Hallimi: Los barcos monorremes o birremes griegos eran barcos a medio camino entre el barco de guerra y el mercante. He conocido que su superficie se impermeabilizaba con pez y betún. Disponía de dos timones, a los dos lados de la popa. Sólo tenía un mástil central. El espolón tenía solo función decorativa.



Daniel Barbero: Creo que parece mentira que el petróleo es lo que ha cambiado a esta ciudad. Ahora alberga el edificio más alto del mundo, y tiene gigantescos centros comerciales. Es increíble que en una tierra tan desértica se haya podido construir esta gran ciudad de dos millones de habitantes, gracias a su dinero, a la desalinización del agua del mar, a la ingeniería y al aire acondicionado, imprescindible para poder vivir en el desierto arábigo.


Asier Águila: Me ha llamado la atención conocer los dos tipos de barcos fenicios. Los grandes cargueros redondos y de uso mercantil y las naves de guerra alargadas y dotadas de un espolón de proa. También empleaban embarcaciones menores de uno o dos remeros con el mascarón de proa en forma de cabeza de caballo.



Marian Solimani: Me ha sorprendido que existe en Kenia un orfanato de elefantes. Algunas crías han perdido a sus madres a manos de los furtivos. Después de muchos cuidados, salen adelante y pueden volver a su medio natural, con el apoyo y atención de otras madres elefantas.



Víctor Ibáñez: He aprendido que los leopardos nunca comen en espacios abiertos. Ocultan a sus presas entre los arbustos o en lo alto de un árbol, evitando así el acoso de las aves carroñeras y depredadores. Es capaz de levantar dos veces su propio peso, incluso es capaz de subir a un impala a lo alto de un árbol.




Sergio Quirós: Estoy leyendo este libro. Trata de una chica que se muestra rebelde ante la situación que le rodea. La profesora de Lengua le pone un 1 en la redacción. Para comer le ponen coles de Bruselas; otro día llega empapada a casa por la lluvia; no le gusta que su madre le recoja la habitación...




Javier Domínguez: He aprendido que Constantinopla fue la ciudad más rica del imperio de la cristiandad, durante casi mil años. Incluso tenía dos puertos, el del norte y el del sur. Era muy bella por sus edificios. Tenía hipódromo, varios palacios, y una plaza central , o mercado, que luego se transformó en un patio cerrado y rodeado de pórticos.

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